Por el precio de un Frigopie, mucho más divertido a la par que con peor sabor puedes tener el magnífico libro inspirado en el blog. Pulsa en este enlace y disfruta: Si lo sé, no crezco: Las historias de MundoAcido Aprovecha esta oportunidad de leer el libro del que todos están hablando y cuando digo todos me refiero a algunos miembros de mi familia.

06 abril 2009

Con puertas y pintando

Ya tengo puertas. Poco mérito tengo en esto si excluimos el hecho de lo bien que le pusimos los billeticos en la mano a los porteadores.

Tener puertas tiene dos consecuencias directas, la primera de ellas es que dejas de tener un loft con lo que moverse por las habitaciones a oscuras vuelve a tener ese encanto que produce el volver a temer por tus meñiques podales. La segunda es que se han perdido todas las vistas al sentarse en el trono (de esto no no voy a dar más detalles).

Recordareis que a los que ponen puertas se les llaman porteadores y así les seguiremos llamando.

Los pandas comen la mitad de su peso en bambú todos los días, las hormigas cargan siete veces su peso, los porteadores generan tres veces su peso en polvo.

Te dicen eso de "es que sabe usté, las puertas hay que cortarlas ajustarlas" pero el que fabrica las puertas ¿Qué lo hace pensando que son para el Escorial? ¿Qué altura se piensa que tienen los techos del pueblo llano? Vamos que para generar esa cantidad de polvo las puertas han de ser de longitud igual a las mesas de "Siete novias para siete hermanos".

Vamos, que había tanto polvo en el comedor que si hubiera tenido unos metros cuadrados más me hubiera encontrado a beduinos con las cabras con haima y todo.

Una vez que se fueron los porteros llegaron los pintores (que todavía están por ahí haciendo sus cosillas con las paredes). Lo primero fue escoger los colores. A mi me cuesta escoger que desodorante comprar entre los cuatro que hay para hombre (y no es extraño que me acabe comprando de mujer por error) no os podeis imaginar lo que es escoger colores entre los 3500 colores que traen en la carta.

Como decidimos alisar el comedor tuvieron que quitar los radiadores del comedor. Consecuencia: adiós al agua caliente. No ha llovido en meses, ha sido decidir ponernos a pintar y en Barcelona y ha llovido dias enteros como para llenar embalses nuevos, con lo que la pintura se retrasó. El sabado decidí que ya eran demasiados días sin agua caliente así que decidí ponerme manos a la obra y solucionar el problema.

Primero identificar el problema: La caldera esta apagada. Esta apagada porque no tenía presión. No tiene presión porque el circuito está incompleto al no estar los radiadores. Solución invertir este recorrido y solucionar paso a paso. No podía colocar los radiadores (mis conocimientos no llegan para eso) pero entendí que se habían colocado tapones en la tubería con lo que ese tema quedaría solventado.

Ahora toca darle presión a la caldera. Tras unos breves intentos de hablar con la caldera para decirle que otras calderas más pequeñas daban muchisima más agua caliente que ella, que caldera más viejas era más efectivas, que era una vergüenza para su genero, se mostró del todo indiferente a mis palabras de presión. Decidí que seguiría las instrucciones del fabricante y giraría una pieza que está tan accesible como el grial en Indiana Jones 3. Vamos que solo falta un par de cuchillas cortantes para hacer más fácil el poderla girar.

Para poder girar la ruedecita hace falta otra pieza que estaba rota, así que me fui a comprarla.

- Hola quiero esto señor ferretero - dije enseñando la pieza rota
- ¿Qué es eso?
- Es para darle presión a la caldera, este esta roto, pues quiero uno que no lo esté
- ¿Pero donde va eso?
- Eso va enganchado a una ruedecita que esta junto a unos tubos por abajo, segun se mira boca abajo a la izquierda - el hombre quiere detalles yo lo de doy detalles.
- ¿Pero con eso le das presión?
- En realidad con esto mueves la ruedecita que debe accionar algun tipo de mecanismo - como en los templos mayas - que hace que la caldera tenga presión.
- Aaaah, vale, mira yo es que no trabajo el tema calderas. Tendrás que ir a una tienda de instalaciones. - lo mato, si hubiera podido le habría enseñado algún que otro uso que se le podía dar a la piececita.

Voy a una tienda de instalaciones y había una mujer que a todas luces estaba ahí con las mismas ganas que tendría en la sala de espera de un dentista.

- Hola, estoy buscando esta pieza que es para dar presion a la caldera.
- Lastima que no sea Viernes - ¿Sorda?
- Es cierto, los viernes son dias preciosos. ¿Tiene la pieza?
- Es que los viernes está aquí mi marido - ¿y lo echa de menos? - el se encarga de desmontar calderas y aveces le sobran piezas.
- ...
- Es que a las piezas de caldera hay que ir a morir al fabricante. - Viendo mi relación con las calderas anteriores no habría podido encontrar una expresión mejor.

Un poco frustrado volví a casa, volví a mirar boca abajo la caldera y me di cuenta de que una llave alen (allen, halen, hallen, comolechesellame) encajaría perfectamente. De eso si que tengo, así que con mi juego de llaves me acercó a la caldera.

- ¿Por qué no llamamos al Marcelino? - No el del pan y el vino, sino un instalador de gas amigo. Esto me lo dijo mi mujer.
- Pero si solo es darle presión
- Llamamos al Marcelino y que venga, si tu no sabes.
- Solo es darle presión - Yo tenía un repertorio corto de argumentos. Pero con decisión me iba acercando a la caldera.
- Llamamos al Marcelino y ... - había metido la llave
Giré una vuelta la llave y de desde donde yo esperaba que hubiera un tapón surgió un geiser. Primero un geiser timido para luego convertirse en uno que habría asustado hasta al oso Yogui.

- Si ya te digo yo, que si no sabes de calderas ¿PAQUETOCAS!!!?!?
- Solo era darle presión - Cuando tienes pocos argumentos usa los que tengas hasta que se agoten...

A recoger agua toca, friega que te friega. Revisar que todo sigue funcionando, bueno todo menos el agua caliente.

Solventado el problema el día avanza hasta el punto en que pueden volver a ser colocados los radiadores. Cuando volvemos a tener radiadores me vuelvo a acercar a la caldera y me dispongo a volver a darle presión. Ahora el circuito estaba cerrado, no habia peligro de inundaciones.
Me pongo bajo la caldera. La enciendo. Le doy un poco de presión y noto como el agua comienza a entrar en los circuitos. La aguja de presión marca cero.
Doy un poco más de presión.
Se nota el caudal de agua más grande.
La aguja marca cero.
Un poco más de presión.
Mas caudal de agua.
Un "PLOP".
Entra agua en la caldera como si tuviera la intención de montar un oceano.
La aguja pasa de golpe al 1,5.
Me asusto e intento parar el caudal
La aguja pasa al 2. Si pasa del 2,5 la hemos liado. Se me cae la llave allen que controla el flujo.
La aguja está en el 2,5.
¿A que explota y me mata la caldera?
La caldera gorgotea, gimotea, hace ruidos como de estar enfandandose mucho. Si fuera un animal serían los ruidos que precederían a un mordisco.
La aguja esta en el 3. No encuentro la llave allen. Empiezo a pensar que sitios quedaré sin visitar, que cosas que quería hacer nunca hice.
La caldera ya no gorgotea. Ahora ruge.
La aguja ya no puede subir más. La zona roja de presión está por detrás la aguja. El nivel estará entre el 3,5 y 4. Si fuera una pelicula este sería el momento en que un hombre vestido con un pijama y con los calzoncillos por fuera vendría a salvarme.
La caldera decide vaciarse.
Ruge mientras una cascada de agua cae de la caldera, he visto cascadas con menos agua que la que estaba cayendo en ese momento.
Me caía encima agua caliente, agua fría.
Apago la caldera.
Mi mujer asiste con los ojos del tamaño de bandejas de ensaladilla rusa en un día de camping al espectaculo que estoy montando.
Ahora no me dice nada. Nadie me dice nada, ni siquiera mi cerebro me dice nada.
Baja la presión al 1,5.
Encuentro la llave allen buceando en el pequeño mar que he montado junto a la lavadora.
Cierro el caudal de agua, enciendo la caldera.
La presión se mantiene en el 1,5.
Tenemos agua caliente.
- Ves ya tenemos agua caliente y no ha hecho falta llamar a nadie - digo empapado y triunfal.