Por el precio de un Frigopie, mucho más divertido a la par que con peor sabor puedes tener el magnífico libro inspirado en el blog. Pulsa en este enlace y disfruta: Si lo sé, no crezco: Las historias de MundoAcido Aprovecha esta oportunidad de leer el libro del que todos están hablando y cuando digo todos me refiero a algunos miembros de mi familia.

14 enero 2010

La palabra más hermosa... o no


Los amigos de Bloguzz me han hecho llegar el libro de La palabra más hermosa para que me lo leyera y diera mi opinión.

No voy a perder muchas energías en explicar la historia del libro, aunque inevitablemente tendré que ir haciendo referencias (Avanzar que el libro no es la segunda parte de El sexto sentido, así que lo poco que cuente no os va a chafar para nada la historia). Voy a centrarme en las sensaciones que he tenido mientras lo iba leyendo y el regustillo que me dejó cuando lo terminé.

La palabra más hermosa es la historia de Gemma, una señora que ha pasado de ser una completa desconocida a una posible amiga de mi madre que en la sala de espera de la peluquería me ha contado toda su vida, una vida por cierto digna de ser contada. En este aspecto el libro es admirable, no solo disecciona los personajes con una precisión que haría la envidía de Grissom de CSI sino que una vez que has visto sus miserias te las acerca hasta hacerlas tuyas, como si en vez de leerlas en un libro alguien estuviera apelando a tu empatía, eso sí, sin esperar que hagas nada para solucionar sus problemas.

La historia transcurre en dos escenarios, uno es el mundo que rodea Gemma (ya sea Roma, los bares o los suburbios de Sarajevo) y el segundo es el interior de Gemma; siendo este último más importante porque recorreremos muchos de los estados emocionales de Gemma como si fueramos Dante recorriendo los anillos del infierno. Sufriremos sus miedos hasta casi sentirlos como propios y es posible, como me ha pasado a mí, que te quedes con ganas de zarandear a Gemma un poco por las solapas a ver si es capaz de dejar su actitud estirada y distante.

La velocidad narrativa es a este libro es lo que el kepchup a una deconstruccion de tortilla de Ferran Adriá. Si habeis podido leer, por ejemplo, La chica de la perla podreis entenderme un poco. Este es uno de esos libros que se mira más que leerse, es como un libro de fotografías para ciegos, donde las descripciones suplen el que no puedas ver la imagen. Como me pasó cuando leí el libro de La chica de la perla, he tenido que parar varias veces y entonces ver claramente la ciudad destrozada de Sarajevo, los bares "underground", oler a Gokjo o esperar que Gemma se materializara justo enfrente mío. El problema de esto es que yo venía de leer la trilogía Millenium, Un trabajo sucio y Ebano, libros llenos de acción. El cambio ha sido brutal y no todos los días he estado preparado disfrutar de los paisajes del libro.

Por otra parte el hilo argumental es dificil de seguir. La historia del pasado de Gemma es contada en presente, el presente es contado en presente. Las tramas se cruzan y el pasado comienza a traición. Por una parte me quedo con la idea de que es como una reflexión interna de Gemma y uno no piensa de forma ordenada, las ideas vienen, se solapan y solo cuando las hemos pensado empezamos a ordenarla. Lo bueno de esto es que nadie nos lee el cerebro (aunque lo de los escaneres esos del aeropuerto). En esta novela si que lees los pensamientos más intimos de Gemma y son complicados de seguir.

Las sensaciones de libro al acabarlo. Siempre que acabo un libro me siento un poco triste, es como un cambio de trabajo. He estado compartiendo unas semanas mis viajes en el metro junto a Gemma, Gokjo, Aska y Diego, me han contado su vida y me han hecho participe de ella y ahora se han ido. Gemma me ha dejado un poco agotado, el libro tiene una carga emocional muy grande, el dolor de esta mujer está tan bien descrito que te llega con demasiada intensidad y acabar el libro ha sido en parte una liberación. Estoy agotado solo de leerla sufrir.

Este es uno de los libros que yo siempre he calificado "para mujeres", mucha carga emocional y de sentimientos muy femeninos, la visión del mundo a través de los ojos de una mujer y la visión de los hombres a través de Gemma. No soy asiduo a este tipo de lectura pero me ha gustado, no he podido entender bien el dolor de una mujer que quiere ser madre porque son sentimientos que no tendré nunca, tampoco se si los sentimientos de Gemma hacia Diego, su amor, son exagerados o demasiado posesivos, porque en esto del amor los hombres jugamos en otra liga (tampoco es plan ahora de entrar en un jardín ahora del que me va a costar salir) pese a todo esto he tenido la ilusión de poder entenderla, quererla a veces y odiarla otras.

Como resumen, es una buena lectura, muy intensa de emociones a la velocidad justa para disfrutar del paisaje y no perderse detalle.