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13 julio 2010

Los niños

Los niños son sorprendentes, bueno en realidad sorprendente es que todavía haya gente que se anima a tenerlos. Vaya por delante mi admiración y más sentido pesame, que su tranquilidad descanse en paz.

No es que no me gusten los niños, me pasa como con el brocoli nunca lo he probado pero algo me dice que no estamos hechos el uno para el otro.

Por ejemplo, estuve con un par de niños de dos y ocho años, hermanos entre sí. Estabamos en la montaña y, como muestra de que todavía su intelecto no era muy desarrollado, parece que les caí bien. La montaña estaba llena de caracoles y esto les hizo mucha gracia.

Al poco me trajeron un caracol.

- Toma un caracol - me dijo el mayor

- cacool - decía la pequeña.

Nunca sabes donde puedes estar dentro de veinte años y en previsión de poder usarlo en un futuro guardo cualquier dibujo o pequeño que me haya hecho un niño, pero no iba a guardar un caracol MUERTO.

- ¿Saldrá? - me preguntó y no iba a ser yo quien le abriera los ojos de la dureza de la vida a un niño de ocho años

- Noooo, está durmiendo dejalo aqui.

A los diez segundos me trajero otro caracol, muerto también.

- Un regalo, haz que salga. - Por alguna extraña razón los niños creían que tenía algún tipo de influencia sobre el comportamiento caracoril.

- Nooo, es que es la hora de la siesta y están todos durmiento, no me traigas más caracoles hasta que estos se despierten.

- Vale -me dijo y tras un minuto me vino con otro caracol semi chafado.

- Este duerme?

- Este se ha mudado a otra casa, vamos a tirar la casa vacía.

Tras cinco o seis caracoles más, muertos todos. Tenía dos opciones: 1. Denunciar el genocidio al tribunal de la Haya, 2. Abrirle los ojos al pobre niño.

- Mira al final parace que es demasiado sueño para un caracol. No han podido sobrevivir y un pajarito se los ha comido.

- Te voy a buscar otro caracol.

- No traigas más caracoles, por tu madre, no me traigas más caracoles, vamos a enterrar estos y les daremos sagrada sepultura.

- Vamos a buscar flores - La muerte masiva de caracoles no le afectó demasiado así que nos fuimos a buscar flores. - A lo mejor hay caracoles.

- Seguro, pero no te prometo nada.

- ¿Qué es prometo?

- Busquemos caracoles.

- Ten una flor - me dijo dandome una margarita previamente pisada y llena de unos bichos negros que ocupaban desde el tallo hasta el polen.

- Gracias, pero la dejaremos aqui para que se la coman los caracoles que hayan sobrevivido.

Y así seguimos todo el día. Pero no es solo que los niños sean como son, es que te cambian la vida de una forma peculiar. El otro día iba por la calle tranquilamente cuando a mi espalda escucho:

- A mi voz, no os movais hasta que yo os lo diga. - Me quedé quieto sin girarme intentando imaginar que estaba pasando. - Juntaos, juntaos. Cuando os diga bien juntos vais hasta la otra acera. - La voz era de una mujer, una mujer que se hubiera pasado las últimas tres noches viendo conciertos de los Bee Gees. Tenía una voz y un tono de los que arrugan la más dura de las resistencias.

Junto a esta madre iban tres niños fecundados por el mismo Atila. La madre era de una juventud insultante, de esas edades que te hacen restar la supuesta edad del mayor de sus retoños y preguntarte si es fisicamente posible que sea su madre.

Tras los gritos la madre me lanzó una mirada de chacal. Una mirada que claramente decía: "Estoy educando a los que saquearan tu piso, grito porque quiero y porque estos engendros solo responden si mi tono no baja del rugido de un dragon".

Conozco a padres de niños normales también, pero son los menos... Con cariño

3 comentarios:

Manel Cruz dijo...

juas, juas!!! ei!!! que tenir fills no és tant greu !!! ... no, oi?

Anónimo dijo...

Tus historias a menudo me arrancan sonrisas, pero ésta se lleva la palma...., los niños tienen otra perspectiva de ver las cosas.

Un beso.
Mónica.O.

Tami ;) dijo...

Hola Sr.Acido! Para empezar quería felicitarle por todas sus historias, me encanta como están contadas y me he dado cuenta de que por lo menos hay alguien más en el mundo al que le pasa de todo.
He llegado a este blog hace dos días buscando una tontería en google y este blog era uno de las primeras entradas que me aparecía, he comenzado a leer y me he enganchado, me he enganchado hasta el punto en que me he leído el blog completo en dos días y me he reído como hacía mucho tiempo que no lo hacía. Tengo otitis y una inflamación del estomago y llevo desde el lunes sin ir a clase asique quería darle las gracias por amenizarme la enfermedad.
Veo que ha dejado el blog un poquito avandonado, espero que pronto vuelva a escribir con nuevas anécdotas, desde hoy aquí tiene una fan ;)