Prácticamente todo el mundo que me conoce sabe de mis intentos porque alguna editorial se fije en mí, lea mi libro, lo traduzca al idioma de Confucio y se convierta en libro de obligada lectura en las escuelas de primaria chinas. Hasta el momento he fracasado en el intento.
Escribir empieza siendo un desafío personal. Comencé con un blog con la idea de dejar por escrito las mil aventuras que me pasaban. Además quedó científicamente demostrado, no testeado en animales, mi tendencia a generar más y más historias a mi alrededor, con lo que la continuidad quedaba asegurada.
Un buen escritor es un diez por ciento creatividad y un noventa por ciento constancia, eso explicaría porque sigo intentando que alguna editorial normal se fije en mí. La constancia nunca ha sido mi fuerte y la creatividad, ¿qué decir de la creatividad? No hay un exceso de creatividad en explicar lo que te ocurre. Mi mayor mérito es estar presente en los grande momentos de mi vida, abrir los ojos al mundo y, mi tiempo me ha costado, reírme de mi mismo (Aviso, que los demás se rían de mí lo llevo peor).
Pese a carecer de las características que tendrían que convertirme en el Stieg Larsson español, he de agradecer las buenas críticas de la gente que ha leído el libro. Cuando un abnegado lector se me acerca y me dice: "Llorando de la risa, he estado llorando de la risa" siempre tengo un primer momento de culpabilidad por hacer llorar a alguien, pero mi pequeño y maltrecho ego se crece un poquito. Normalmente la conversación acaba ante mi nula capacidad para aceptar elogios.
Creo haber anunciado anteriormente que estoy trabajando en la creación de un nuevo hijo literario, pero ahora quiero que sea una novela. Pero, y con esto vuelvo al tema de la constancia, se está convirtiendo en una travesía por el desierto. Muchas veces no veo un destino claro y atravieso épocas donde las ideas huyen de mí como si de lagartijas se trataran.
Gracias a todos lo que habéis seguido mis historias. Si habéis leído el libro muchas gracias y si eres un editor con ganas de apostar el pony ganador yo soy tu hombre.
1 comentario:
Lo mejor que tienes (como escritor, lógicamente, que otras cosas no las sé) es que eres genial contando historias, eres capaz de hacer reír a carcajadas mientras explicas una desgracia tuya... para eso hay que tener arte! Gracias por contarlas.
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